Adaptarse al entorno

Cuando eliges fotografiar un elemento en particular, debes tener un ojo agudo para notar aquellos detalles del entorno que podrían interferir con tus tomas.

Esto es importante porque la diferencia entre una buena foto y otra que no destaque, es la diferencia entre ser minuciosos en la elección de los elementos principales ubicados en un entorno estratégico o dejar esa elección al azar. Por ello, debes procurar encontrar escenarios lo más homogéneos posibles, poco recargados y con mínimas interferencias de otros elementos externos a la composición de la foto.

También puedes tener en cuenta elementos como el color según su ubicación en el círculo cromático. Por un lado, los colores cercanos, de la misma tonalidad o gama, aportan armonía a la composición. Mientras que, en el caso de los colores opuestos, estos crean un marcado contraste en la composición fotográfica. En ambos casos, los detalles quedarán destacados empleando diferentes efectos de tonalidad y fuerza a través de los colores.

INICIO